Conversando con Tomás Verdejo. Más allá de la fama. “Siempre hay algo que me despierta otras cosas y eso me parece bacán”

Entre el 2015 – 2016 viajaste a Europa, fue en la época en la que actuaste en “Invierno” creo que es la última película en la cual participaste.

Sí, pero no fue lo último que actué, después de Invierno hice unas series. No me acuerdo de los nombres, siendo muy honesto. En una actué como abogado y en otra como un rescatista. De ahí me fui a Praga, llegué a una escuela, semi becado, de fotografía y de ejecución cinematográfica, era bien técnica. Te enseñaban cómo utilizar las máquinas, cámaras, aprender un poco cómo revelar en blanco y negro, era muy visual.

¿Lo que estudiaste estaba especializado en blanco y negro?

En el que estaba interesado era en blanco y negro, porque yo no sabía muy bien como revelar, a parte era entretenida la escuela porque mezclaba varias cosas como todo este tema visual. Por ejemplo un director de fotografía o un director de cine, también mezclaba un ala que eran los actores de la escuela que se juntaban en varios proyectos. Entonces tuve la oportunidad de actuar y dirigir al mismo tiempo.

¿Actuaste en la escuela?

Sí, porque los otros alumnos de dirección siempre buscaban actores y se hacía dentro de la escuela. A mí me tocó dirigir cortos míos y actuar para cortos de otros alumnos. Era muy entretenido. En Internet hay varios donde actué en inglés y francés

¿Dentro de esos cortos está “Una historia acerca del tiempo y la distancia en la ciudad“?

Sí, ese corto es mío. Yo lo escribí. Considero que más que un corto es una pieza visual, creo que podría estar reproduciéndose en una pared. Hay varias cosas interesantes en el corto y el por qué lo hice. Visualmente es lo que me llamaba la atención, lo que quería probar.

¿Por qué el blanco y negro, hay algo ahí? Porque tiene una estética y técnica distinta.

Sí, hay algo ahí, pero las razones fueron por algo mucho más sencillo. Cuando era chico me acuerdo que mi mamá me decía que no pintaba los dibujos que hacía. Yo dibujaba mucho, fue lo primero que hice por mucho tiempo y ahora sigo dibujando, pero mucho menos. Siempre lo hacía en blanco y negro, nunca usaba colores. A mi mamá le llamaba la atención y me decía ¿por qué nunca ocupas colores? Con el tiempo a mí también me empezó a llamar la atención y no era que no me gustara usar colores si no que había algo en lo monocromático que me interesaba, como cuando uno se empodera de algo que le gusta y le sale más natural. Por eso quería estudiar algo que estuviera específicamente relacionado con el tema del blanco y negro.

Más allá de ser una forma de expresión que es mucho más potente en fotografía y el cine, lo que también es verdad, pero una fotografía en color puede tener el mismo impacto que una en blanco y negro, lo que pasa es que son lenguajes distintos.

¿De ahí nace tu faceta cómo fotógrafo? porque actualmente tienes una exposición en la galería Monte Grande (Ese otro lugar) ¿Lo desarrollas en Europa o ya lo hacías de antes?

La primera cámara que tuve me la regaló mi hermana cuando tenía como 5 años o un poco más. Era una cámara análoga que me costó mucho aprender a usar, pero a la larga así uno aprende. Al menos yo así voy aprendiendo cosas. Me acuerdo que aprendí a tocar guitarra porque tenía una y me interesaba aprender.

Siempre me gustó, me sentía cómodo con la máquina, lo encontraba algo bonito, como un objeto de valor. Aprender a usar una máquina era algo como avanzado. Veía a mi hermano usar la cámara y era entretenido de ver y entender cómo funciona.

Igual es entretenido ver a las personas y los lugares a través del lente de la cámara. ¿Qué quieres transmitir en tus fotografías?

Siempre saqué fotos, siempre lo hice, pero quizás en algún momento, particularmente en eso que me comentabas de la exposición en la sala Monte Grande me pasó que cuando volví de Praga empecé a juntar material que tenía ¿Y por qué lo hice? Porque empecé a pensar que aveces uno acumula material y cosas que ni siquiera uno piensa que tiene un valor, un punto de vista o algo que uno pueda desarrollar un poco más allá. Entonces me lancé no más, fue como ya qué tanto.

Tengo muchas fotos, pero nunca me he sentado a ver que dice una foto con la otra. Qué dice de mí, del momento particular. Fue una cosa bien analítica de lo que fue mi proceso fotográfico hasta ese momento. Y eso creo que me entusiasmó para hacerlo. Más allá de que fuera algo que tenía la idea de antes.

Me fui sorprendiendo del material que ya tenía, empecé a encontrar algún material que dialogaba entre ellos y con eso me refiero a cosas que se repiten, puntos en común y que también dicen mucho de uno. Me pasó con el tema de la foto que a través de ella fui encontrando cosas en mí. Como intereses míos que no me había percatado antes. Pude darme cuenta de cosas bien particulares mías.

¿Cómo qué cosas?

Gustos estéticos, por ejemplo tu me dices respecto a capturar a la gente por medio de la cámara, pero yo soy lo más alejado posible de la gente en ese sentido. A mí no me gusta hacer retratos, creo que hay otras personas que tienen esa sensibilidad y conexión para hacerlo, como que le gusta interiorizarse en la persona que fotografía, conectarse. Y el retrato también es un poco algo que te transmite eso.

Lo mío creo que va por otro lado, más en gustos visuales. tiene que ver con sosas que me van llamando la atención. Así de simple.

Para mí es el momento que concluye en una fotografía, eso es lo interesante. Ni siquiera el salir a buscar si no el estar dispuesto a encontrarte con algo. Me cuesta mucho planificar me para ir a tomar fotografías. Siempre me pilla cuando estoy con alguien o con la cámara. Y eso me gusta igual, creo que le da un dinamismo y una veracidad a la foto. Decir qué significa ésta foto y responder que significa que me encontré con eso y sentí que era algo que me estaba diciendo “hola”. Siendo muy honesto, para mí es así.

Eres bien multifacético, has cambiado de actividades. Un tiempo estuviste bien metido en la actuación y después cambió tu rumbo. No sé si tiene que ver con ésta búsqueda…

Yo creo que en algunos casos pueden ser distintas, pero en otros parte de lo mismo. En mí caso yo creo que todos esos años de actuación, de formarte como actor y después de ejercer. Hacer una práctica larga actuando. En mi caso creo que lo único que hizo fue despertarme más cosas, quizás como más necesidad de encontrar distintas formas de comunicarme o de expresarme a través de lo que quizás en ese momento era la actuación.

¿Actualmente estás actuando o tienes pensado volver?

No, hace como cuatro años que no actúo.

Y de tú época de actor qué recuerdos bonitos te quedan qué personajes te gustaron más…

Bonito, es que fue gran parte de mi vida. Yo estudié teatro saliendo del colegio, antes hice un taller de teatro. Entonces obvio, es como la mitad de mi vida y más ligado a eso. De alguna manera lo valoro mucho más ahora, siento, que antes. Porque quizás antes estaba en ese proceso de estar haciendo, pero uno a veces le pierde como la onda del por qué uno lo hace. Creo que ahora valoro mucho más el actuar, quizás por eso mismo no lo hago y no ando buscando hacer algo.

Porque se convirtió en algo más íntimo, quizás más personal. Finalmente uno igual, yo al menos soy una persona que si se involucra, en ese tiempo como actor, no era algo que uno hiciera por hacer o a medias. Uno se involucra mucho, al menos yo. Hay mucha energía ahí gastada y mucho tiempo.

Para mí ahora se volvió en algo íntimo, más mío, más importante. Más como de uno. Me parece que si lo volviera a hacer sería con un amigo o algo que hiciera yo. Algo que me guste o que me naciera hacer, pero ahora no me nace hacer nada con respecto a eso, así que no lo hago.

¿Y tienes planes para dirigir, alguna película en mente?

Tengo cortos escritos, una película es bien difícil de hacer. Es bien difícil. Los cortos que tengo escritos los quiero hacer, pero películas todavía no. Y creo que eso también complementa todo lo demás que te he hablado. Por ejemplo cuando hice el corto que tú viste. Leí tú reseña también, que en algún momento hablaste sobre el tratamiento de la cámara y lo visual que había harto manejo de eso.

Yo busqué a un amigo mío, Alván Prado quien ahora vive en Madrid, es la persona a quien yo más admiro en cuanto a dirección de fotografía. Nos formamos juntos como actores y él un poco como que siguió ese camino audio visual. Ahora es director y de hecho quedó con unos cortos en San Sebastián y yo me fui por ese otro lado de la actuación, pero los dos eramos actores antes, estudiamos actuación juntos. Y a él en Madrid lo llamé para que hiciera la fotografía del corto, entonces lo que tu ves es su mano, lo que pasa es que a veces uno se encuentra con gente que es muy bacán que no necesitas explicarle tanto lo que quieres, hay una conexión preestablecida. Te da lo que a ti te gusta, por ejemplo yo le decía Jhony (Yo le digo Jhony) tírame este plano y él me decía – Sí ya te “cacho”, es así – Y era genial, más de lo que yo pensaba. Mucho más de lo que estaba en mi cabeza. Esos son momentos que es puro aprendizaje.

Creo que me he aprovechado de aprender de gente, eso me gusta. Es lo que me llama la atención de hacer cortos y toda esa parte más actoral es como uno aprende del grupo, de la gente. Lo otro, como la fotografía es mucho más personal, pero la actuación es grupal en todo sentido. Hay cosas que me gustan de eso y las tengo ahí guardadas.

¿Y ahora en qué estás, que planes tienes para el mediano y corto plazo?

El año pasado empecé a exponer las fotos y de ahí surgieron un montón de cosas muy sorprendentes. Salieron oportunidades de exponer fotos y venderlas más a un nivel como retail, como en tiendas más grandes.

¿Hablas de la galería Monte Grande o de otro lugar?

Están unas fotos en Falabella que es un proyecto que se armó el año pasado con el fin de poner una plataforma para artistas; pintores, fotógrafos, etc. Que tuvieran acceso en el retail, para que la gente pueda comprar de una manera más fácil obras de tu vecino por ejemplo que puede ser artista. Y esto se armó el año pasado, funcionó y ahora ellos quieren que funcione un poco mejor así se hizo de nuevo. Estoy en eso ahora, en otro mercado con las fotos. Voy a hacer talleres, conversatorios de fotografía o de apreciación estética. Que es como “barza” porque tampoco soy un profesor del tema, es más personal.

Igual tienes la experiencia…

Es más que nada la conversación y lo que se genera a raíz de eso. Uno también aprende así más que de otras formas, al menos en la fotografía que es algo que sigo pensando que es más personal. Es un lugar en el cual es muy bueno validar los puntos de vistas de distintos fotógrafos.

Ahora estás como relajado, haciendo cosas que te gustan y te motivan…

No sé si estoy relajado, también estoy haciendo eso porque es lo que ha surgido. Volví como en enero – febrero del 2020 y todo lo que ha pasado hasta ahora ha sido muy raro igual. Abrí un café, yo soy barista igual. Tengo mi diploma de barista y me siento muy orgulloso igual. Lo estudié.

Se fueron dando las cosas, para todos creo que se dio ese momento de empezar a improvisar igual, ahora sobre todo en estos últimos 2 años. Yo iba a volver igual…

Tuviste problemas con la visa para volver, de una forma parece que te viste medio forzado a quedarte.

No sé si forzado, también es una decisión. Para un ser humano normal tampoco es tan fácil irse cuando uno quiera. Hay una planificación previa, hay que contemplar temas de plata, mensualidades de costos. Cuánto te va a costar vivir, por ejemplo cuando vivía afuera lo hacía con la mitad de lo que vivo acá. Y eso es así. Porque es más barato, el arriendo es casi lo mismo, pero la vida en general es la mitad. Acá, sobre todo donde yo vivo es muy caro.

Es verdad que cuando volví tenía mi pasaje de vuelta, pero la vida va pasando y con la plata que llegué la tuve que ocupar en vivir, en pagar mi departamento.

Y te pilla justo en pandemia…

Sí, estar encerrado, no poder salir. Nunca me lo cuestioné el cómo que no pude volver. Así fue no más.

Entonces en ese proceso abres el café.

Sí, como en septiembre de ese año, 2020.

**nota: El café se encuentra ubicado en Victoria Subercaseaux 295 casi al llegar a la esquina de Rosal el que antes era el café Masato.

En plena pandemia…

Sí, y lo abrimos en octubre del 2020 cuando recién se podía vender cosas como para llevar.

Y también les afectan los temas del estallido social (conmemoraciones) … El café lo abres en la mañana, te gusta la experiencia de la atención.

Sí, y sobre todo por acá. Igual la experiencia es entretenida, me gusta porque me organiza, me ordena. En especial para personas como yo es bueno tener una rutina “algo que uno haga todos los putos días”.

¿Y el contacto con la gente te gusta?

Sí, pero podría no tenerlo también. La gente me cae maravillosa, pero es algo que para mí podría no estar. Igual hablo con mucha gente y me gusta.

Tu historia es muy interesante y entretenida. En cierto sentido me siento un poco identificado con los cambios de rumbo que has tomado. Por ejemplo pudiste haber seguido en televisión y ahora estarías haciendo otras cosas. No sé que pasó ahí, tal vez te aburriste o solo querías cambiar de ambiente, pero te arriesgaste y te fuiste.

Tengo la sensación de que está muy estipulado lo que uno puede hacer y no puede hacer acá y eso yo no lo entiendo. Cuando llegue a actuar en la televisión eso solo se dio. Yo no lo busqué, se dio.

Igual se dio durante 7 años…

A lo que voy es que el momento en el que uno da el paso, ¡Me llamaron para esto, voy a hacerlo! Solo se dio, fue algo de la vida, non lo puedo explicar de otra manera que no sea así. Me tocó a mí y lo hice y duró, fue así. Entonces bacán igual, pero eso no determina, no quiere decir que me tenga que quedar en eso. Siento que sobre todo en el área actoral, esa forma de verlo está relacionada igual con una educación muy precaria. El objetivo final de un actor no es llegar a actuar en la tele.

Se dio, era un trabajo bonito donde estaban todos super metidos en el trabajo, involucrados. Y yo en los 7 – 8 años que en realidad fueron, ahí me metí por completo en ese proyecto. Y a la par empecé también a tener intereses con las películas que hicimos más de forma independiente, me puse a producir películas.

Hay un par de unos locos de Valparaíso que también fui productor y me metí mucho en esa onda del cine independiente y me gustaba mucho, me gusta mucho. Pero siempre me ha pasado eso, como que algo me despierta otra cosa y es la explicación del por qué, cuando me preguntaste al principio – Cómo por qué estoy acá haciendo esto – Yo lo siento como cosas que van despertando otras cosas y a mí me parece bacán.

Ahora también hay que hacerse una vida, uno tampoco puede estar saltando de una cosa a la otra infinitamente, también hay que estar en un nivel aterrizadamente. Uno tiene que bajar una idea y hacerla existir.

Quieres dejar un mensaje para terminar.

Para cerrar eso que me dices de hacer o seguir lo que uno siente o quiere, está bien igual, pero también hay un filtro que uno tiene que tener, me gusta igual mencionarlo. Está bien tener varios intereses y dedicarle un tiempo a eso, pero algo que siempre trato de practicar es si quiero hacer o probar algo es hacerlo como si yo supiera de eso, como en el mismo proceso de hacerlo aprender. “Creerte el cuento”

Cada uno de alguna forma tiene que entregar algo particular… Es necesario hacer cosas que te van llamando. Está bueno seguir el llamado como en Star Wars.