Matrix – Todo es sobre control y más control (parte II – La Fuerza y la Elección)

El apocalipsis de las máquinas es una excusa para la historia. Para mí las verdaderas máquinas en la sociedad son las fuerzas armadas y las policías del orden. No como instituciones en sí mismas, tampoco en sus objetivos y propósitos, me refiero a las personas que las componen y siguen órdenes sin cuestionar trasfondos morales. Hace falta flexibilizar los criterios de cadena de mando y poder en las instituciones para que sus integrantes puedan pensar y cuestionar.

La base del poder, después del sometimiento económico, es el ejercicio de la fuerza. Lamentablemente quienes ejecutan la fuerza son personas, muchas veces adoctrinadas que además y al mismo tiempo también se encuentran bajo el control del señor dinero. Son los agentes del sistema, la última frontera del control, las herramientas del poder.

Incluso en la “Rebelión en la granja” (George Orwell), los perros cachorros fueron reclutados para luego ejercer el control, demostrando de alguna manera que el orden social está supeditado a las necesidades del poder.

La ilusión de la elección, el libre albedrío llamado también “democracia” es otra forma de control. También podemos encontrar referencias en Orwell, en su obra 1984 que parece tener ciertos dones parecidos a los de Nostradamus. El control se ejercía, además, con la destrucción del lenguaje, cambiando el significado de las palabras. En la actualidad lo podemos percibir en frases como “En defensa de las sociedades libres”, “Una operación de paz”, “Estabilidad geopolítica” y mi favorita “Democracia”.

Democracia, en la práctica ya ha perdido su significado con el tiempo, porque lo que realmente es en la actualidad: Es un sistema de representación altamente vulnerable y corruptible. En la antigua Grecia, de dónde se acuña el concepto, la democracia (poder del pueblo) se ejercía realmente, por ejemplo, en la elección de los cargos públicos, los cuales no eran por elección popular se hacían por sorteo (kleroterion se llamaba el sistema utilizado), porque se entendía que no era un privilegio, sino una responsabilidad. Y las decisiones eran tomadas por el 100% de quienes podían participar (Sí, este es un punto en contra, no era perfecto porque había discriminación, pero el concepto sigue siendo válido).

En nuestras realidades del siglo XXI ¿sería posible adoptar un enfoque similar? Por ejemplo, cargos públicos por sorteo (Claro que definiendo ciertos criterios de elegibilidad) y por medio del uso de tecnología ¿Participación del 100% de los ciudadanos en las decisiones? Así es la ilusión de la elección, en Matrix se puede apreciar en la escena donde se muestra a Neo llegando al encuentro del arquitecto. Finalmente descubre que todo el proceso del elegido era otra forma de control. No importaba cuál fuera su elección, nunca sería lo que le habían prometido ¿Te suena familiar?