Taken – Búsqueda implacable. Un clásico del cine que libera las ganas de venganza.

Taken – Búsqueda implacable. Un clásico del cine que libera las ganas de venganza.

09/06/2021 Off By Sebastián Rus Trujillo

Vuelven a pasar por el cable la clásica saga de Taken o Búsqueda implacable en su traducción al español del director francés Pierre Morel, escrita y coproducida por Luc Besson. Protagonizada por el que ya se ha convertido en uno de los actores referentes de películas de acción Liam Neeson.

Es una trama típica de agentes altamente entrenados frente a terroristas o mafiosos. En este caso nos enfrentamos a una trama un poco más realista en la que cualquiera podría sentirse de alguna forma identificado. El secuestro de Kim (Maggie Grace), la hija de Bryan Mills (Liam Nelson) Un agente jubilado, para ser vendida por una mafia albanesa dedicada a la trata de blancas.

No sé quién eres, no sé lo que quieres. (…)

Si dejas ir a mi hija olvidaré todo. Pero si no lo haces, iré a buscarte.

Te Voy a encontrar y te voy a matar.

Son variados los sentimientos que podemos encontrar, por ejemplo el miedo a ser secuestrados o sufrir un daño por personas malas, el amor incondicional de un padre que puede llegar a hacer cualquier cosa por sus hijos, la sed de venganza frente a un mal recibido.

Todo esto sucede en Francia, en la ciudad luz. Pero pasando un poco de la trama quiero llegar a ese toque que tienen las grandes películas y obras artísticas en general: lograr que el espectador se sienta identificado con los sentimientos que se desarrollan en la historia.

¿Te han asaltado o le han hecho algún daño a tu familia? De seguro que sí, o al menos has visto alguna injusticia que te provocan esas ganas de …. Ese sentimiento de impotencia por no poder hacer nada. Y de seguro fantaseas con tener las habilidades de Bryan en la película para poder tomar la justicia en tus propias manos o poder defenderte de un asalto demostrando tu fuerza y técnicas en las artes marciales.

Pero sabemos que no es así, aunque tengamos algunas de esas habilidades, no siempre se pueden utilizar, además vivimos en sociedad y aunque la corrupción existe debemos confiar en el sistema incluso cuando en nuestro fuero interno deseemos que arda Troya.

Por eso este tipo de películas se convierten en imprescriptibles, porque saben aprovechar nuestros sentimientos ocultos y nos permite proyectarlos en la pantalla grande.